GRACIAS A TODOS Y FELIZ VERANO

Parece mentira pero ya ha pasado.

TEMPUS FUGIT. Veo claramente el primer día de clase y las caras de los alumnos que intentan hacer tu radiografía mientras explicas los objetivos del curso y pum... de repente ya estamos a las puertas del verano. Verano, para la gran mayoría, bien merecido.



Simplemente quería aprovechar nuestro blog para despedirme de todos vosotros, ya que esta última semana no he podido hacerlo como quería con todos los grupos puesto que la Dirección propuso evaluaciones en el último momento.



Deciros que he disfrutado mucho hablando de nuestra lengua en términos literarios para intentar despertar en vuestras mentes algo parecido a la ilusión hacia la lectura, la literatura y sobre todo, defender el principio tan esencial de la creatividad porque siempre he creído que todos somos creativos y si no lo descubrimos por sí solos, es necesario que alguien nos dé la oportunidad. No sé si lo habré conseguido, pero lo he hecho desde la más profunda pasión por mi trabajo y por el enorme cariño que me habéis entregado.



Ha sido un placer.



Un abrazo muy fuerte a todos y cada uno de vosotros de todo corazón.



Rosa



ACLARACIÓN

LAS REFERENCIAS AL SIGLO XVIII y XIX APARECEN EN EL BLOG PARA LOS ALUMNOS DE 1º C de BACHILLERATO.

ROMANTICISMO

ROMANTICISMO

S.XVIII

S.XVIII

viernes, 29 de abril de 2011

ROMANTICISMO

La Modernidad tuvo en la razón su fundamento. Y en ella depositó sus esperanzas. Por eso la Ilustración, en cuanto “empeño por extender la crítica y la guía de la razón a todos los campos de la experiencia humana” (Abbagnano 1993), fue un fenómeno típicamente moderno.
Los primeros grandes exponentes del pensamiento moderno en general, y del pensamiento ilustrado en particular, no fueron alemanes. Sin embargo, con el paso de los años fue en Alemania donde brillaron algunas de las mentes modernas e ilustradas más destacadas. Baste nombrar a Kant y a Hegel, a quienes muchos consideran como los dos filósofos más importates de la Modernidad.

La Ilustración alemana (Aufklärung) depositó su confianza en la razón, pero al mismo tiempo reconoció sus límites. Sin embargo, no todos los pensadores alemanes se conformaron con reconocer esos límites y renunciar a salir de ellos. Los primeros en trasponerlos fueron los integrantes del pre-romanticismo alemán, movimiento conocido como "Sturm und Drang". Ellos afirmaban que por la experiencia mística y la fe el hombre puede trascender las fronteras de la razón. Otros fueron todavía más lejos: no se contentaron con salir de los límites de la razón sino que directamente negaron dichos límites; hablaron de "la razón infinita" (es decir, de la unidad entre la conciencia y la totalidad) y dieron origen al romanticismo propiamente dicho.

Aufklärung: palabra alemana con la que se designa a la Ilustración. La Ilustración compartió la fe cartesiana en la razón y extendió la crítica racional a todos los ámbitos, incluyendo los de la ética, la religión y la política. A su vez, mostró cautela al demarcar los límites de la razón, asumiendo las críticas que los empiristas ingleses hicieron al racionalismo. Desde Alemania se sumó a la Ilustración uno de los filósofos más importantes de la historia: Immanuel Kant, quien demarcó con claridad los límites de la razón en su obra Crítica de la razón pura (donde declaraba imposible el conocimiento de "la cosa en sí") y extendió la crítica a la moral y la religión con sus obras Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Crítica de la razón práctica y La religión dentro de los límites de la razón.
Sturm und Drang: título de un drama de Maximilian Klinger, presentado en 1776, cuya traducción al castellano es “Tempestad e ímpetu”. Con este nombre se identificó al movimiento filosófico y literario que antecedió al romanticismo alemán: el pre-romanticismo alemán. Este movimiento reconocía los límites que la Ilustración había señalado a la razón, pero pretendía ir más allá a través de la experiencia mísitica y la fe.

Romanticismo: movimiento filosófico y artístico iniciado a fines del siglo XVIII. Mientras la Ilustración y el pre-romanticismo consideraban a la razón una fuerza finita, el romanticismo vio en ella una fuerza infinita, capaz de conocer la totalidad, lo absoluto. Según el modo en que fue entendida esta infinitud de la conciencia, pueden distinguirse dos tipos de romanticismo: uno de tinte racionalista y otro no racionalista.

Romanticismo racionalista: considera a la conciencia, en su infinitud, como una actividad racional regida por una necesidad absoluta. En los procesos de conciencia, la razón se mueve de una determinación a otra de un modo totalmente deducible a priori. Así, por ejemplo, en el sistema de Hegel, la Totalidad (la Idea, la Naturaleza y el Espíritu) deviene según una lógica (la dialéctica) que determina tanto al pensamiento como a la naturaleza y a la historia. Un rasgo característico de todos los románticos es su aspiración a la identificación de contrarios, en cuanto rompimiento de barreras y límites y reencuentro en lo Absoluto. El romanticismo racionalista pretende (y esto llega a su máxima expresión en Hegel) captar con la razón el proceso y el fruto de esa "fusión".

Romanticismo no racionalista: considera a la conciencia, en su infinitud, como una actividad libre, carente de una determinación rigurosa. Por eso la identifica con el "sentimiento", en cuanto infinito indefinido. Y busca la superación de las oposiciones, la unión de los contrarios, a través de la intuición y el sentimiento.


BIBLIOGRAFÍA

Ferrater Mora, J. 1994 Diccionario de Filosofía
Barcelona: Ariel

Abbagnano, N. 1993 Diccionario de Filosofía
Méjico: Fondo de Cultura Económica